Si hay un lugar en Teruel que parece detenido en el tiempo, ese es Calaceite. Este pequeño pueblo de la comarca del Matarraña es una joya escondida entre colinas de olivos centenarios y calles empedradas que respiran historia por cada rincón. No es de extrañar que quienes lo visitan se enamoren al instante de su encanto medieval y su ambiente tranquilo, alejado del bullicio de las grandes ciudades.
Un paseo por las calles de piedra de Calaceite
Pasear por Calaceite es como retroceder siglos atrás. Sus calles de piedra, cuidadosamente conservadas, serpentean entre casas de arquitectura tradicional aragonesa, con fachadas de piedra y balcones llenos de flores. Cada esquina es una postal, cada rincón una sorpresa. La Plaza Mayor, con su característico porche y el Ayuntamiento, es el corazón del pueblo y un punto de encuentro para locales y visitantes.
Uno de los mayores atractivos de Calaceite es su patrimonio histórico. La Iglesia de la Asunción, del siglo XVII, domina el paisaje con su imponente torre barroca. Muy cerca, el Museo Juan Cabré rinde homenaje al famoso arqueólogo nacido en el pueblo y alberga una interesante colección de piezas de la región.
Los olivos centenarios, testigos del tiempo
Los alrededores de Calaceite están salpicados de olivos centenarios, algunos con más de 500 años de antigüedad. Estos gigantes silenciosos no solo son un símbolo del paisaje, sino también la base de la economía local, con una producción de aceite de oliva virgen extra de excelente calidad. Muchas fincas ofrecen visitas guiadas donde se puede aprender sobre el proceso de elaboración y degustar este «oro líquido».
Para los amantes de la naturaleza, los senderos que rodean el pueblo permiten disfrutar de estos olivos centenarios en todo su esplendor, especialmente al atardecer, cuando la luz dorada baña el campo creando un espectáculo único.
Gastronomía y tradiciones en Calaceite
No se puede hablar de Calaceite sin mencionar su gastronomía. La cocina local es un fiel reflejo de la tradición aragonesa, con platos contundentes y sabrosos. Desde el ternasco asado hasta las migas con uva, pasando por los embutidos artesanales, cada bocado es una delicia. Y, por supuesto, todo regado con los vinos de la Denominación de Origen Somontano.
Las fiestas populares, como las Fiestas Mayores en honor a San Antonio, llenan las calles de piedra de música, bailes y color. Es en estas fechas cuando el pueblo muestra su carácter más auténtico y acogedor.
Alojamientos con encanto
Para vivir la experiencia completa, nada mejor que alojarse en una de las casas rurales rehabilitadas del centro histórico. Muchas de ellas conservan elementos originales como vigas de madera o paredes de piedra, combinados con todas las comodidades modernas. Despertarse con el sonido de los pájaros y el aroma del campo es un lujo al alcance de todos en Calaceite.
Excursiones desde Calaceite
El pueblo es además una excelente base para explorar otros puntos interesantes del Matarraña, como Valderrobres, Beceite o los Puertos de Tortosa-Beceite. La cercanía de estos lugares permite organizar rutas de un día para descubrir la diversidad de esta comarca turolense.
Resumen rápido
Calaceite (Teruel) es un pueblo que enamora con sus calles de piedra, su patrimonio histórico y los olivos centenarios que rodean el municipio. Su gastronomía, tradiciones y alojamientos con encanto lo convierten en un destino perfecto para una escapada rural. Sin duda, uno de los pueblos más bonitos de Aragón que merece la pena visitar.
Si buscas tranquilidad, historia y naturaleza, Calaceite te espera con los brazos abiertos. Un lugar donde el tiempo parece haberse detenido para permitirnos disfrutar de lo esencial: buenos paisajes, buena comida y la calidez de sus gentes.