En el corazón de la Sierra de Francia, en la provincia de Salamanca, se encuentra Mogarraz, un pueblo que parece detenido en el tiempo. Con sus calles empedradas, casas de piedra y balcones floridos, este rincón de Castilla y León es mucho más que un destino turístico: es un lugar donde los vecinos forman parte del paisaje, literalmente.
Un pueblo con rostro
Lo que hace único a Mogarraz es su Proyecto Rostros, una iniciativa artística que ha convertido al pueblo en un museo al aire libre. En los años 60, el fotógrafo Alejandro Martín retrató a casi todos los habitantes del pueblo. Años más tarde, en 2012, el artista Florencio Maíllo recuperó aquellas imágenes y las reprodujo en 388 retratos que hoy decoran las fachadas de las casas. Pasear por sus calles es como caminar entre memoria viva, donde cada rostro cuenta una historia.
Arquitectura tradicional y entorno natural
Declarado Bien de Interés Cultural en 1998, Mogarraz conserva una arquitectura popular típica de la zona. Sus casas, construidas en piedra y madera, mantienen el estilo serrano con balcones de forja y tejados de pizarra. El pueblo está rodeado por un entorno natural privilegiado, dentro del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia, ideal para senderismo y disfrutar de la naturaleza.
Historia y tradiciones
La historia de Mogarraz se remonta a la Edad Media, cuando fue repoblado por colonos francos (de ahí el nombre de la sierra). Durante siglos, fue un importante enclave en las rutas comerciales entre Castilla y Extremadura. Hoy, sus tradiciones siguen vivas, especialmente en fiestas como la Romería de la Virgen de las Nieves (5 de agosto) o las Fiestas Patronales en honor a San Blas.
Gastronomía serrana
No puedes visitar Mogarraz sin probar su gastronomía típica. Los platos estrella incluyen el hornazo (un pan relleno de embutidos), el farro (sopa de pan con productos de la matanza) y los quesos artesanales de cabra. Para acompañar, nada mejor que un vino de la Denominación de Origen Sierra de Salamanca.
¿Cómo llegar y cuándo visitar?
Mogarraz se encuentra a unos 80 km de Salamanca capital. La mejor época para visitarlo es en primavera u otoño, cuando el clima es más suave y los colores del paisaje son espectaculares. Aunque es pequeño, merece la pena dedicarle al menos una jornada completa para explorar sus rincones con calma.
Alojamiento y turismo rural
Para vivir la experiencia al máximo, te recomendamos alojarte en alguna de sus casas rurales, muchas de ellas rehabilitadas conservando la esencia tradicional. El turismo rural es una de las principales actividades económicas del pueblo, y sus habitantes reciben a los visitantes con la calidez característica de los pueblos de Salamanca.
Mogarraz en la actualidad
A pesar de su pequeño tamaño (apenas 300 habitantes), Mogarraz ha sabido reinventarse gracias al arte y el turismo sostenible. El Proyecto Rostros no solo ha dado visibilidad al pueblo, sino que ha generado un modelo de desarrollo cultural que otros municipios estudian replicar. Además, forma parte de la red Los Pueblos Más Bonitos de España, un reconocimiento que atrae a viajeros de todo el mundo.
Conclusión: un pueblo que late
Mogarraz es mucho más que un pueblo bonito: es un lugar donde el pasado y el