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La isla habitada más sorprendente de Galicia está en Pontevedra y parece de cuento

Galicia es una tierra llena de misterios, leyendas y rincones mágicos, pero hay uno que destaca por encima de muchos otros: la isla de Ons, situada en la ría de Pontevedra. Esta pequeña joya del Parque Nacional de las Islas Atlánticas no solo es la isla habitada más sorprendente de Galicia, sino que parece sacada directamente de un cuento de hadas.

Un paisaje de ensueño

Al llegar a Ons, lo primero que llama la atención es su naturaleza virgen. Playas de arena blanca, acantilados imponentes y senderos rodeados de vegetación hacen que el visitante se sienta en un lugar fuera del tiempo. La playa de Melide, con sus aguas cristalinas, es uno de los mayores atractivos, pero no el único. Los faros de la isla, como el Faro de Ons, ofrecen vistas panorámicas que quitan el aliento.

Historia y leyendas

La isla de Ons no es solo belleza natural; también está cargada de historia y misterio. Se cree que fue habitada desde la Edad del Hierro, y a lo largo de los siglos ha sido refugio de piratas, pescadores y hasta contrabandistas. Una de las leyendas más famosas habla de un tesoro escondido por los corsarios, que nunca ha sido encontrado. Además, su pequeño cementerio, con tumbas frente al mar, añade un toque de melancolía y encanto.

Vida en la isla

A pesar de su pequeño tamaño, Ons cuenta con una población estable que ronda las 80 personas. Los islotes viven principalmente de la pesca y el turismo, y su estilo de vida tranquilo y alejado del bullicio urbano es uno de sus mayores atractivos. No hay coches, y las calles son caminos de tierra que invitan a pasear sin prisas. La gastronomía local, con platos como el pulpo á feira o los mariscos frescos, es otro de los motivos para visitarla.

Cómo llegar y qué hacer

Para llegar a Ons, es necesario tomar un ferry desde los puertos de Bueu, Sanxenxo o Portonovo. El trayecto dura entre 20 y 40 minutos, dependiendo del punto de salida. Una vez allí, las actividades son variadas: desde senderismo por sus rutas señaladas hasta avistamiento de aves, ya que la isla es un paraíso ornitológico. También se pueden alquilar kayaks para explorar sus calas escondidas.

Un lugar único en Galicia

Lo que hace especial a Ons no es solo su belleza natural, sino su capacidad para transportar al visitante a otro mundo. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse, donde las tradiciones se mantienen vivas y donde la naturaleza es la protagonista absoluta. No es de extrañar que muchos la consideren la isla más sorprendente de Galicia y un destino imprescindible para quienes buscan algo diferente.

Consejos para tu visita

Si planeas visitar Ons, aquí tienes algunos consejos útiles:

  • Reserva tu billete de ferry con antelación, especialmente en temporada alta.
  • Lleva calzado cómodo, ya que los caminos pueden ser irregulares.
  • No olvides protector solar y agua, pues hay pocas sombras.
  • Respeta el medio ambiente
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Sepúlveda, la joya segoviana donde nació el cochinillo más famoso de España

En el corazón de la provincia de Segovia, rodeada por los impresionantes paisajes del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, se encuentra Sepúlveda, una localidad que parece detenida en el tiempo. Conocida como «la joya segoviana», este pueblo medieval no solo destaca por su belleza arquitectónica y su rica historia, sino también por ser la cuna del cochinillo asado más famoso de España.

Un viaje al pasado medieval

Pasear por las calles empedradas de Sepúlveda es como retroceder siglos atrás. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, esta villa conserva un patrimonio arquitectónico excepcional. Entre sus monumentos más destacados se encuentran:

  • La Iglesia de El Salvador: Una joya del románico segoviano, considerada una de las iglesias más antiguas de la provincia.
  • El Castillo de Fernán González: Aunque en ruinas, sus muros aún evocan la importancia estratégica que tuvo durante la Reconquista.
  • La Plaza Mayor: El corazón del pueblo, donde se ubican el Ayuntamiento y varios edificios señoriales.

Además, las vistas desde el Mirador de la Virgen de la Peña son simplemente espectaculares, permitiendo admirar las hoces del Duratón en todo su esplendor.

El cochinillo asado: un manjar con historia

Si hay algo que ha puesto a Sepúlveda en el mapa gastronómico de España, es su cochinillo asado. Este plato, elaborado con lechones de apenas tres semanas de edad, se cocina en hornos de leña siguiendo una receta tradicional que se ha transmitido de generación en generación.

El secreto de su fama radica en:

  • La calidad de la materia prima: Los cochinillos se crían en las granjas locales, alimentados con leche materna.
  • La técnica de cocción: Se asa a fuego lento en cazuelas de barro, consiguiendo una carne tierna y una piel crujiente.
  • La presentación: En muchos restaurantes, el cochinillo se parte con un plato, demostrando su extrema ternura.

Entre los establecimientos más famosos para degustar este manjar se encuentran Mesón de José María y Cándido, este último con sede también en Segovia capital.

Naturaleza y aventura en las Hoces del Duratón

Pero Sepúlveda no es solo historia y gastronomía. El entorno natural que la rodea es uno de sus mayores atractivos. El Parque Natural de las Hoces del Río Duratón ofrece:

  • Rutas de senderismo: Como el camino que lleva a la ermita de San Frutos, patrono de Segovia.
  • Avistamiento de buitres leonados: Las paredes rocosas del cañón albergan una de las mayores colonias de Europa.
  • Deportes acuáticos: En el embalse de Burgomillodo se puede practicar piragüismo.

Para los amantes de la fotografía, los atardeceres en este paraje son simplemente mágicos, con los cortados rocosos teñidos de tonos dorados.

Fiestas y tradiciones

El calendario festivo de Sepúlveda está marcado por eventos que mezclan religiosidad y folclore:

  • Los Fueros: En septiembre se conmemora la concesión del fuero a la villa en 1076 con un mercado medieval.
  • Semana Santa: Declarada de Interés Turístico Regional, con procesiones que recorren el casco histórico.
  • Feria del Chorizo: Un evento gastronómico que demuestra la variedad culinaria de la zona.

Consejos para visitar Sepúlveda

Si estás planeando una escapada a esta joya segoviana

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Almería no es solo desierto: el oasis cinematográfico que pocos han descubierto

Cuando pensamos en Almería, lo primero que nos viene a la mente son sus paisajes desérticos, esos parajes áridos que han servido de escenario para incontables películas del western clásico. Sin embargo, esta provincia andaluza es mucho más que un desierto. Es un oasis cinematográfico lleno de contrastes, donde la naturaleza, la historia y el cine se entrelazan para ofrecer experiencias únicas.

El legado cinematográfico de Almería

Almería ha sido durante décadas un plató natural para producciones internacionales. Desde los años 60, directores como Sergio Leone eligieron sus tierras para recrear el Lejano Oeste en películas como «Por un puñado de dólares» o «El bueno, el feo y el malo». Pero el cine no se quedó solo en el western. Otros géneros también encontraron en esta provincia el escenario perfecto, como la épica «Lawrence de Arabia» o la icónica «Indiana Jones y la última cruzada».

Hoy en día, ese legado cinematográfico sigue vivo. Lugares como Mini Hollywood (en el desierto de Tabernas) permiten a los visitantes adentrarse en los decorados de aquellas películas, mientras que otros rincones menos conocidos, como los acantilados de Cabo de Gata, han sido telón de fondo para producciones más recientes como «Juego de Tronos».

Un paisaje de contrastes: del desierto al mar

Lo que hace de Almería un lugar tan especial para el cine es su diversidad paisajística. Aunque el desierto de Tabernas es su seña de identidad, la provincia alberga playas vírgenes, montañas escarpadas y pueblos blancos que parecen sacados de un cuento. El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, por ejemplo, es uno de los espacios protegidos más impresionantes de España, con calas de aguas cristalinas y formaciones volcánicas que han enamorado a directores y fotógrafos por igual.

Además, la Almería interior esconde joyas como los karst en yeso de Sorbas, un paisaje subterráneo único en Europa, o los pueblos de la Alpujarra, donde el tiempo parece haberse detenido. Todos estos lugares han servido como inspiración para historias de cine y televisión, demostrando que Almería no es solo desierto.

Rutas cinematográficas para explorar

Para los amantes del cine, Almería ofrece varias rutas temáticas que permiten descubrir sus escenarios más famosos. Una de las más populares es la Ruta del Western, que recorre los antiguos poblados del desierto de Tabernas, como Fort Bravo o Western Leone, donde aún se pueden ver espectáculos de tiroteos y duelos al más puro estilo cowboy.

Otra opción es la Ruta de Indiana Jones, que lleva a los visitantes hasta el Castillo de Santa Ana en Roquetas de Mar, uno de los lugares donde se rodaron escenas de «Indiana Jones y la última cruzada». Y para los fans de «Juego de Tronos», una visita a las playas de Cabo de Gata es imprescindible, ya que aquí se grabaron algunas secuencias de la sexta temporada.

Almería, un destino para cineastas y viajeros

Más allá de su atractivo turístico, Almería sigue siendo un destino preferido para producciones audiovisuales. Su clima soleado, la variedad de paisajes y la infraestructura cinematográfica (como los estudios de CineAlmería) la convierten en un lugar ideal para rodajes. De hecho, en los últimos años, series como «The Crown» o «Wonder Woman 1984» han elegido esta provincia para algunas de sus escenas.

Pero no hace falta ser un profesional del cine para disfrutar de la magia de Almería

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El río termal más espectacular de Galicia está en Orense y se disfruta todo el año

Si hay un lugar en Galicia que combina a la perfección la magia de la naturaleza con el bienestar termal, ese es sin duda Orense. La provincia alberga uno de los secretos mejor guardados de la región: el río termal más espectacular de Galicia, un auténtico paraíso donde las aguas calientes fluyen todo el año, regalando a sus visitantes una experiencia única.

Un regalo de la naturaleza en el corazón de Galicia

En pleno valle del Miño, la ciudad de Orense es famosa por sus aguas termales, pero pocos saben que, a pocos kilómetros del centro, se encuentra un río cuyas aguas mantienen una temperatura cálida incluso en los meses más fríos. Este fenómeno natural se debe a la actividad geotérmica de la zona, que calienta las aguas subterráneas antes de que emerjan a la superficie.

El río termal de Orense no es solo un lugar para relajarse, sino también un espectáculo visual. Las pozas naturales se integran en el paisaje de manera armoniosa, creando piscinas de aguas cristalinas rodeadas de vegetación y rocas volcánicas. Es un escenario que parece sacado de un cuento, especialmente al atardecer, cuando el vapor se eleva sobre el agua creando una atmósfera mágica.

Las termas gratuitas de Orense: un lujo al alcance de todos

Uno de los mayores atractivos de este río termal es que gran parte de sus pozas son de acceso gratuito. A diferencia de otros balnearios exclusivos, aquí puedes disfrutar de las propiedades terapéuticas de las aguas sin pagar entrada. Las más populares son:

  • Termas de Outariz: Un conjunto de piscinas al aire libre con vistas al río Miño.
  • Chavasqueira: Con varias pozas a diferentes temperaturas, ideal para ir en familia.
  • Muiño da Veiga: Una de las más tranquilas, perfecta para desconectar.

Además, muchas de estas termas cuentan con pasarelas de madera y áreas de descanso, facilitando la experiencia incluso para quienes buscan comodidad.

Beneficios para la salud de las aguas termales de Orense

Las aguas termales de esta zona son ricas en minerales como el litio, el sodio y el flúor, lo que las convierte en un remedio natural para múltiples dolencias. Entre sus beneficios destacan:

  • Alivio de dolores musculares y articulares.
  • Mejora de problemas dermatológicos como la psoriasis.
  • Reducción del estrés y la ansiedad.
  • Estimulación de la circulación sanguínea.

Por eso, no es de extrañar que tanto locales como turistas visiten este río termal durante todo el año, incluso en invierno, cuando el contraste entre el agua caliente y el aire frío crea una sensación aún más reconfortante.

Cómo disfrutar del río termal en cualquier época del año

Una de las grandes ventajas de este lugar es que, al ser un entorno natural, está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año. Sin embargo, hay momentos especialmente recomendados para vivir la experiencia:

  • Invierno: Sumergirse en las aguas termales con el frío exterior es una experiencia única.
  • Primavera y otoño: El paisaje se tiñe de colores cálidos, creando un ambiente idílico.
  • Verano: Aunque hace calor, las noches son frescas y el agua termal sigue siendo reconfortante.

Además, si prefieres un entorno más privado, en los alrededores hay balnearios de lujo que ofrecen servicios de spa y tratamientos especializados.

Qué más hacer en Orense además de disfrutar del río termal

Si visitas esta zona de Galicia, no puedes perderte otros atractivos que ofrece la provincia:

  • Puente Romano: Uno
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San Vicente de la Barquera (Cantabria), el pueblo pesquero donde el marisco es una religión

Si hay un lugar en Cantabria donde el marisco se eleva a la categoría de religión, ese es San Vicente de la Barquera. Este pintoresco pueblo pesquero, enclavado entre el mar Cantábrico y los Picos de Europa, es un destino que enamora por su belleza natural, su rica historia y, sobre todo, por su exquisita gastronomía marinera.

Un pueblo con historia y encanto

San Vicente de la Barquera es uno de los pueblos más antiguos de Cantabria, con una historia que se remonta a la época romana. Su estratégica ubicación junto al mar lo convirtió en un importante puerto pesquero y comercial durante la Edad Media. Hoy en día, su casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, es un laberinto de calles empedradas, casas tradicionales y monumentos que evocan su glorioso pasado.

Uno de los símbolos del pueblo es el Puente de la Maza, una impresionante construcción medieval de 28 arcos que atraviesa la ría y conecta el casco urbano con el resto de la región. No menos impresionante es el Castillo del Rey, una fortaleza del siglo XIII que domina el paisaje desde lo alto de una colina y ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de la costa y las montañas.

El marisco, una religión

Pero si hay algo por lo que San Vicente de la Barquera es conocido en toda España, es por su marisco. Aquí, el marisco no es solo un alimento, es una forma de vida. Los pescadores locales salen cada madrugada a faenar en las frías aguas del Cantábrico, trayendo consigo una variedad de productos del mar que son la base de la gastronomía local.

Entre los platos estrella destacan las sardinadas, los rabas (calamares fritos), el marmita de bonito y, por supuesto, el cocido montañés, aunque este último es más típico del interior. Pero sin duda, el rey indiscutible es el centollo, un crustáceo que se pesca en estas aguas y que se prepara de múltiples formas, aunque la más tradicional es cocido y servido con un poco de sal y limón.

Los restaurantes de San Vicente de la Barquera son famosos por servir marisco fresco a diario. Lugares como El Retiro, Casa José o La Sirena son paradas obligatorias para cualquier amante de la buena mesa. Además, el pueblo celebra cada año la Fiesta del Marisco, un evento que atrae a miles de visitantes y donde se pueden degustar los mejores productos del mar.

Playas y naturaleza

Además de su gastronomía, San Vicente de la Barquera ofrece un entorno natural privilegiado. Sus playas, como la Playa de Merón o la Playa de Oyambre, son ideales para relajarse, practicar surf o simplemente disfrutar del paisaje. El Parque Natural de Oyambre, que rodea al pueblo, es un paraíso para los amantes de la naturaleza, con dunas, marismas y una gran variedad de aves migratorias.

Para los más activos, hay numerosas rutas de senderismo que permiten explorar la zona, como la Ruta de los Miradores, que ofrece vistas espectaculares de la costa, o la Ruta del Camino de Santiago, que pasa por San Vicente de la Barquera y forma parte del Camino del Norte.

Fiestas y tradiciones

El carácter festivo de San Vicente de la Barquera se refleja en sus numerosas celebraciones. Una de las más importantes es la Fiesta de La Folía, declarada de Interés Turístico Nacional, que conmemora la llegada de la Virgen de la Barquera al pueblo. Durante esta festividad, la imagen de la virgen es llevada en una embarcación desde la playa hasta la iglesia, acompañada por una multitud de barcas decoradas y música tradicional.

Otra celebra

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Aínsa, el pueblo de Huesca donde el tiempo se detuvo en la Edad Media

En el corazón de la comarca del Sobrarbe, en la provincia de Huesca, se encuentra uno de los pueblos más bellos y mejor conservados de España: Aínsa. Este rincón de Aragón parece haberse detenido en el tiempo, transportando a sus visitantes directamente a la Edad Media con sus calles empedradas, murallas centenarias y una atmósfera que rezuma historia por los cuatro costados.

Un viaje al pasado

El casco antiguo de Aínsa, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965, es un auténtico museo al aire libre. Pasear por sus calles es como retroceder varios siglos, gracias a la perfecta conservación de su arquitectura medieval. La Plaza Mayor, con sus soportales y edificios de piedra, es uno de los mejores ejemplos de plaza medieval que se pueden encontrar en España.

Uno de los mayores atractivos de Aínsa es su castillo, una imponente fortificación del siglo XI que domina el pueblo desde lo alto. Aunque parte de sus murallas fueron reconstruidas en el siglo XVI, el castillo conserva su esencia medieval y ofrece unas vistas espectaculares de los Pirineos y la confluencia de los ríos Ara y Cinca.

Leyendas y tradiciones

Aínsa está impregnada de leyendas que se remontan a la Reconquista. La más famosa es la de la Cruz de Sobrarbe, que según la tradición apareció milagrosamente durante una batalla contra los musulmanes en el siglo VIII, dando la victoria a las tropas cristianas. Este símbolo se convirtió en el emblema del antiguo Reino de Aragón y hoy puede verse en el escudo de la comarca.

Las tradiciones medievales siguen muy vivas en Aínsa. Cada dos años se celebra el Festival de Música Castillo de Aínsa, que llena el pueblo de melodías clásicas en un entorno incomparable. Y en septiembre tiene lugar la Morisma, una representación teatral que recrea la batalla legendaria entre moros y cristianos, declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón.

Arquitectura que cuenta historias

Además del castillo, Aínsa conserva otros monumentos notables. La Iglesia de Santa María, del siglo XI, es una joya del románico aragonés con un claustro que parece sacado de un cuento. El Torreón del Homenaje, de cinco plantas, alberga hoy el Ecomuseo de la Fauna Pirenaica, donde se puede conocer la rica biodiversidad de los Pirineos.

Las casas señoriales que flanquean las calles principales muestran elementos arquitectónicos típicos de la zona, como los patios empedrados, los arcos de medio punto y los blasones familiares tallados en piedra. Muchas de estas viviendas han sido convertidas en encantadores alojamientos rurales que permiten vivir la experiencia medieval con todas las comodidades modernas.

Naturaleza espectacular

Aínsa no solo destaca por su patrimonio histórico, sino también por su privilegiado entorno natural. El pueblo está situado en las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, uno de los espacios naturales más espectaculares de Europa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los amantes del senderismo encontrarán en los alrededores de Aínsa rutas para todos los niveles, desde paseos junto al río hasta exigentes ascensiones a los tresmiles pirenaicos. El Cañón de Añisclo y las Gargantas de Escuaín son dos de los paisajes más impresionantes que se pueden explorar desde el pueblo.

Gastronomía con sabor medieval

La cocina de Aínsa mantiene vivas recetas centenarias basadas en los productos de la tierra. Platos como el ternasco de Aragón, las migas pastoriles

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Bulnes (Asturias), el pueblo asturiano al que solo se puede llegar a pie o en funicular

En el corazón de los Picos de Europa, en Asturias, se encuentra uno de los pueblos más emblemáticos y pintorescos de España: Bulnes. Este pequeño núcleo rural, perteneciente al concejo de Cabrales, es conocido por su aislamiento y su espectacular entorno natural. Lo que hace único a Bulnes es que, hasta hace relativamente poco, solo se podía llegar a él a pie, tras una exigente caminata de varias horas. Hoy, aunque existe un funicular que facilita el acceso, el pueblo sigue conservando su esencia remota y su encanto tradicional.

Un pueblo escondido en las montañas

Bulnes está situado en un valle rodeado por imponentes cumbres, como el Naranjo de Bulnes (también conocido como Picu Urriellu), una de las montañas más icónicas de España y un desafío para los amantes del alpinismo. Su ubicación lo convierte en un destino ideal para quienes buscan desconectar de la civilización y sumergirse en la naturaleza más salvaje.

Durante siglos, los habitantes de Bulnes vivieron prácticamente aislados, dependiendo de la agricultura y la ganadería para subsistir. Las estrechas sendas de montaña eran su única conexión con el exterior, lo que contribuyó a preservar su cultura y tradiciones casi intactas. Hoy, aunque el turismo ha llegado al pueblo, su esencia sigue siendo auténtica.

El acceso: una aventura en sí misma

Hasta el año 2001, la única manera de llegar a Bulnes era caminando. La ruta más tradicional partía desde Poncebos, un pequeño pueblo situado en el desfiladero de los Beyos. El sendero, conocido como la Ruta del Cares o la Senda del Arcediano, es un camino empinado y zigzagueante que asciende más de 400 metros de desnivel en unos 4 kilómetros. Aunque exigente, la caminata ofrece vistas espectaculares de los Picos de Europa y del río Cares.

Para aquellos que prefieren evitar el esfuerzo físico, en 2001 se inauguró el funicular de Bulnes, un teleférico que conecta Poncebos con el pueblo en apenas 7 minutos. Aunque esta opción ha facilitado el acceso, muchos puristas siguen prefiriendo la caminata, ya que consideran que el viaje a pie es parte fundamental de la experiencia de visitar Bulnes.

Qué ver y hacer en Bulnes

Una vez en Bulnes, el visitante se encuentra con un pueblo dividido en dos barrios: Bulnes de Abajo (La Villa) y Bulnes de Arriba (El Pueblo). Ambos conservan la arquitectura típica asturiana, con casas de piedra, tejados de pizarra y estrechas callejuelas empedradas.

Uno de los principales atractivos es, sin duda, el entorno natural. Desde el pueblo parten varias rutas de senderismo, como la que lleva al Mirador del Naranjo de Bulnes, desde donde se obtienen vistas panorámicas de esta impresionante montaña. También es posible realizar excursiones al Refugio de Urriellu, punto de partida para los escaladores que se atreven con el Picu.

Además de la naturaleza, Bulnes ofrece una gastronomía excepcional. No hay que perderse el queso de Cabrales, uno de los más famosos de España, ni otros platos típicos como la fabada asturiana o el cachopo. Aunque el pueblo es pequeño, cuenta con algunos establecimientos donde degustar estas delicias.

La historia y la cultura de Bulnes

La historia de Bulnes está estrechamente ligada a la de los Picos de Europa. Durante siglos, sus habitantes vivieron en un equilibrio precario con la naturaleza, adaptándose a las duras condiciones de la montaña. La falta de acceso por carretera hizo que muchas costumbres se mantuvieran casi inalteradas hasta finales del siglo XX.

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Ronda (Málaga): el espectacular pueblo partido en dos por un desfiladero

Ronda (Málaga) es uno de los pueblos más espectaculares de Andalucía, famoso por su impresionante ubicación sobre un desfiladero que lo divide en dos. Este municipio malagueño, situado en la serranía de Ronda, es un destino turístico de primer orden, combinando historia, naturaleza y una arquitectura única que lo convierten en un lugar inolvidable.

El Puente Nuevo: el símbolo de Ronda

Sin duda, el Puente Nuevo es el emblema de Ronda. Construido en el siglo XVIII, esta obra maestra de la ingeniería une las dos mitades de la ciudad, salvando el Tajo de Ronda, un desfiladero de más de 100 metros de profundidad. Desde sus miradores, las vistas son simplemente espectaculares, especialmente al atardecer, cuando la luz dorada baña las paredes rocosas del cañón.

El puente no solo es una maravilla arquitectónica, sino que también alberga en su interior un centro de interpretación donde se explica su historia y construcción. Se dice que los presos que trabajaron en su edificación fueron arrojados al vacío una vez terminada la obra, aunque esto forma parte de las leyendas locales.

La historia de Ronda: un pasado fascinante

Ronda tiene una historia que se remonta a la época romana, cuando se conocía como Arunda. Sin embargo, fue durante la dominación árabe cuando alcanzó su máximo esplendor, convirtiéndose en un importante centro cultural y militar. La ciudad fue reconquistada por los Reyes Católicos en 1485, y desde entonces ha conservado un rico legado arquitectónico que mezcla estilos árabes, renacentistas y barrocos.

Uno de los lugares históricos más destacados es la Plaza de Toros de Ronda, considerada una de las más antiguas de España y cuna de la tauromaquia moderna. Además, el Palacio de Mondragón, antigua residencia de los reyes moros, es hoy un museo que alberga importantes hallazgos arqueológicos.

Los barrios de Ronda: dos mundos en uno

El desfiladero divide a Ronda en dos zonas claramente diferenciadas: La Ciudad y El Mercadillo. La primera, de origen medieval, conserva calles estrechas y empedradas, iglesias antiguas y edificios históricos. Por su parte, El Mercadillo es más moderno, con una animada vida comercial y gastronómica.

Entre ambos barrios se extienden los Jardines de Cuenca, un espacio verde que ofrece increíbles vistas al Tajo de Ronda. Pasear por estos jardines es una experiencia relajante, especialmente al caer la tarde, cuando la ciudad se ilumina.

Naturaleza y senderismo en los alrededores

Además de su patrimonio histórico, Ronda es un paraíso para los amantes de la naturaleza. El Parque Natural Sierra de las Nieves, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, se encuentra a pocos kilómetros y ofrece rutas de senderismo entre bosques de pinsapos, una especie única en el mundo.

Otra excursión imprescindible es la Caminata del Tajo, un sendero que desciende hasta la base del desfiladero y permite admirar el Puente Nuevo desde una perspectiva única. Para los más aventureros, hay opciones de escalada y barranquismo en las paredes rocosas del cañón.

Gastronomía rondeña: sabores tradicionales

La cocina de Ronda es otro de sus grandes atractivos. Entre sus platos estrella destacan el rabo de toro, las migas rondeñas y los quesos de cabra de la zona. Además, no puedes irte sin probar los vinos de Ronda, cada vez más reconocidos a nivel internacional.

Los bares y restaurantes del centro histórico son ideales para degustar estas delicias, muchos de ellos con terrazas con vistas al Tajo de Ronda. Un lugar especialmente recomendable es el Restaurante Pedro Romero, situado frente a la plaza de toros y fam

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Cáceres tiene el paraíso natural donde se pueden ver más estrellas que en ningún otro lugar de España

Si eres un amante de la astronomía o simplemente te fascina contemplar un cielo estrellado, Cáceres es tu destino ideal. Esta provincia de Extremadura alberga uno de los paraísos naturales más impresionantes de España, donde la contaminación lumínica es casi inexistente y el firmamento se convierte en un espectáculo visual incomparable. De hecho, Cáceres es reconocido como el lugar donde se pueden ver más estrellas que en ningún otro rincón del país.

El cielo de Cáceres: un tesoro astronómico

La provincia de Cáceres cuenta con una geografía única que favorece la observación astronómica. Sus vastas extensiones de dehesas, montañas y parques naturales crean un entorno perfecto para disfrutar de noches despejadas y cielos cristalinos. La reserva Starlight en Monfragüe es un ejemplo destacado, certificada por la UNESCO como destino de turismo astronómico de primer nivel.

Pero, ¿qué hace que Cáceres sea tan especial para ver estrellas? La respuesta está en su baja densidad de población y la escasa industrialización, lo que reduce drásticamente la contaminación lumínica. Además, muchas zonas están protegidas bajo figuras como Parque Nacional o Reserva de la Biosfera, garantizando la conservación de su oscuridad natural.

Los mejores lugares para observar las estrellas en Cáceres

Si planeas una escapada para disfrutar del cielo nocturno en Cáceres, estos son algunos de los puntos clave que no te puedes perder:

1. Parque Nacional de Monfragüe

Declarado Reserva Starlight, este parque es uno de los mejores lugares de Europa para la observación astronómica. Sus miradores, como el Salto del Gitano o el Castillo de Monfragüe, ofrecen vistas panorámicas del firmamento. Aquí, es posible distinguir la Vía Láctea a simple vista e incluso observar lluvias de estrellas con una claridad asombrosa.

2. Las Hurdes

Esta comarca, conocida por su aislamiento y naturaleza virgen, es otro paraíso para astrónomos. La ausencia de grandes núcleos urbanos permite disfrutar de noches oscuras donde las constelaciones brillan con intensidad. Pueblos como Nuñomoral o Caminomorisco son ideales para tumbarse a contemplar el cielo.

3. Sierra de Gata

En la frontera con Portugal, la Sierra de Gata ofrece paisajes montañosos y bosques que actúan como barrera natural contra la luz artificial. Localidades como Hoyos o San Martín de Trevejo son perfectas para una escapada astronómica.

Actividades para disfrutar del cielo estrellado

No solo se trata de mirar hacia arriba; en Cáceres puedes vivir experiencias únicas relacionadas con la astronomía:

  • Rutas guiadas nocturnas: Varias empresas organizan excursiones con telescopios y expertos que explican los secretos del firmamento.
  • Observatorios astronómicos: Lugares como el Centro de Interpretación de Monfragüe cuentan con equipos especializados para observar planetas y galaxias.
  • Festivales de astronomía: Eventos como la Noche de las Estrellas en Trujillo reúnen a aficionados y profesionales.

¿Por qué Cáceres tiene el cielo más estrellado de España?

Según estudios de la Asociación Astronómica de España, Cáceres posee uno de los índices más bajos de contaminación lumínica del país. Esto se debe

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Los Mayos de Alhama de Murcia: una tradición que llena las calles de arte efímero

En el corazón de la Región de Murcia, el pueblo de Alhama de Murcia se viste de gala cada primavera para celebrar una de sus tradiciones más emblemáticas: Los Mayos. Esta festividad, declarada Bien de Interés Cultural, transforma las calles en un museo al aire libre donde el arte efímero cobra vida. Si aún no has tenido la oportunidad de presenciar este espectáculo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta celebración única.

¿Qué son Los Mayos de Alhama de Murcia?

Los Mayos son una tradición ancestral que se remonta siglos atrás, vinculada a la llegada de la primavera y el renacer de la naturaleza. En Alhama de Murcia, esta fiesta se celebra el primer fin de semana de mayo, cuando los vecinos decoran las calles con monumentales esculturas de corcho blanco y otros materiales perecederos. Estas obras, creadas por artistas locales y colectivos, representan escenas costumbristas, críticas sociales o temas de actualidad, convirtiendo el pueblo en un lienzo de arte efímero.

Orígenes e historia de la tradición

Los orígenes de Los Mayos se pierden en el tiempo, aunque se cree que están relacionados con rituales paganos de fertilidad y culto a la naturaleza. Con la cristianización, la festividad se adaptó al calendario religioso, pero conservó su esencia popular. En Alhama de Murcia, esta tradición se revitalizó en los años 80, cuando un grupo de vecinos decidió recuperarla para fomentar la participación ciudadana y el patrimonio cultural.

Hoy, Los Mayos no solo son una muestra de creatividad, sino también un símbolo de identidad para los alhameños. Cada año, cientos de visitantes se acercan para admirar las obras, que permanecen en las calles durante todo el mes de mayo antes de ser retiradas, recordándonos la fugacidad del arte efímero.

El proceso creativo: cómo se elaboran Los Mayos

La preparación de Los Mayos comienza meses antes, cuando los artistas y colectivos eligen sus temas y diseñan las estructuras. El material estrella es el corcho blanco, ligero y fácil de moldear, aunque también se utilizan telas, pinturas y otros elementos reciclados. Las esculturas, que pueden alcanzar varios metros de altura, se montan en plazas y rincones estratégicos del pueblo, creando un recorrido que invita al paseo y la reflexión.

Uno de los aspectos más fascinantes es la colaboración vecinal. Familias, amigos y asociaciones trabajan juntos para dar vida a estas obras, reforzando el sentido de comunidad. Además, muchas piezas incluyen mensajes críticos o humorísticos, lo que añade un componente de arte social a la celebración.

Una experiencia para todos los sentidos

Visitar Alhama de Murcia durante Los Mayos es una experiencia multisensorial. Además de admirar las esculturas, los visitantes pueden disfrutar de actividades paralelas como conciertos, talleres infantiles y degustaciones de gastronomía local. La noche del sábado, las calles se iluminan con velas y antorchas, creando un ambiente mágico que realza la belleza del arte efímero.

Para los amantes de la fotografía, esta festividad es una oportunidad única. La combinación de luz, color y creatividad ofrece instantáneas irrepetibles, capturando la esencia de una tradición que solo vive un mes al año.

¿Por qué Los Mayos son únicos?

A diferencia de otras festividades similares en España, Los Mayos de Alhama de Murcia destacan por su enfoque comunitario y su capacidad para reinventarse cada año. Las temáticas varían, abordando desde problemas medioambientales hasta homenajes a figuras históricas, lo que garantiza que nunca haya dos ediciones iguales.

Además, el uso de materiales perecederos como el corcho blanco refuerza el concepto de arte efímero, recordándonos que la belleza puede ser fugaz pero no por ello menos impact