Si hay un lugar en España que parece sacado directamente de un cuento medieval, ese es Besalú. Situado en la provincia de Girona, en la comarca de la Garrotxa, este pueblo es una joya histórica que atrapa a todo aquel que lo visita. Con sus calles empedradas, edificios centenarios y, sobre todo, su puente medieval, Besalú es uno de esos destinos que no puedes dejar de explorar.
Un viaje en el tiempo
Pasear por Besalú es como retroceder varios siglos. El pueblo conserva su esencia medieval de manera excepcional, con una arquitectura que ha resistido el paso del tiempo. Desde el momento en que cruzas el puente fortificado, te sumerges en una atmósfera única, donde cada rincón cuenta una historia.
El puente de Besalú es, sin duda, su símbolo más reconocido. Construido en el siglo XII, esta impresionante estructura de piedra se alza sobre el río Fluvià, con sus arcos desiguales y su torre defensiva. No es solo un paso, es una obra de arte de la ingeniería medieval que ha sobrevivido a guerras, inundaciones y el paso de los siglos.
El puente: el corazón de Besalú
El puente medieval de Besalú es uno de los más fotografiados de España, y no es para menos. Su diseño en forma angular, con siete arcos irregulares, lo convierte en una estructura única. La torreón central, que en su día sirvió como punto de control y defensa, añade un toque de majestuosidad.
Cruzar este puente es una experiencia inolvidable. Desde su altura, las vistas del río Fluvià y del pueblo son espectaculares. Al atardecer, cuando la luz dorada baña las piedras, el paisaje se vuelve aún más mágico. No es de extrañar que este rincón sea uno de los lugares más visitados de Cataluña.
Un pueblo lleno de historia
Pero Besalú no es solo su puente. El pueblo alberga un patrimonio histórico increíble. Uno de los lugares más destacados es el Miqvé, un baño judío del siglo XII que es uno de los pocos ejemplos conservados en Europa. Este descubrimiento refuerza la importancia que tuvo la comunidad judía en la villa durante la Edad Media.
Otra parada obligatoria es la Iglesia de Sant Vicenç, un templo románico del siglo X que destaca por su sobriedad y belleza. En su interior, las columnas y los arcos transmiten una sensación de paz y grandiosidad. Además, no puedes perderte el antiguo monasterio de Sant Pere, fundado en el año 977, que fue un importante centro religioso en su época.
Calles que respiran historia
Las calles de Besalú son un laberinto de encanto. Cada esquina esconde algo especial: casas señoriales con escudos heráldicos, plazas acogedoras y pequeños comercios donde puedes comprar productos locales. Uno de los rincones más fotogénicos es la Plaza Mayor, rodeada de edificios históricos y con un ambiente que invita a quedarse.
Si te gusta la fotografía, este pueblo es un paraíso. Los detalles arquitectónicos, como los arcos de piedra, las ventanas góticas o las fachadas envejecidas, son perfectos para capturar la esencia de la época medieval. Y si visitas Besalú en invierno, con un poco de suerte, podrás ver el pueblo cubierto de niebla, lo que le da un aire aún más misterioso.
Gastronomía y tradición
No puedes irte de Besalú sin probar su gastronomía. La cocina local está llena de sabores tradicionales, con platos como los embutidos de la Garrotxa, las patatas con allioli o la famosa escudella, un guiso contundente perfecto para los días fríos.
Además, la zona es conocida por sus vinos y quesos. No dejes de visitar alguna de las bodegas cercanas para probar los vinos del Empordà, que maridan perfectamente con la cocina de la región. Y si te gusta lo dulce, prueba los postres tradicionales catalanes, como los panellets o las cocas de recapte.
Eventos y festividades
Besalú también es un pueblo vivo, que celebra varias fiestas a lo largo del año. Una de las más destacadas es el Mercado Medieval, que suele tener lugar en septiembre. Durante unos días, las calles se llenan de artesanos, juglares y espectáculos que recrean la vida en la Edad Media. Es una experiencia única que te transporta a otra época.
Otra fecha importante es la Feria de Sant Ponç, en mayo, donde se pueden comprar hierbas medicinales, miel y otros productos naturales. Y si visitas el pueblo en Navidad, el ambiente se llena de luces y decoraciones que lo hacen aún más especial.
Resumen rápido
Besalú es uno de los pueblos medievales más bonitos de España, famoso por su impresionante puente fortificado y su rico patrimonio histórico. Pasear por sus calles es como viajar en el tiempo, descubriendo lugares como el Miqvé judío, la Iglesia de Sant Vicenç o el monasterio de Sant Pere. Además, su gastronomía, sus fiestas tradicionales y su ambiente único lo convierten en un destino imprescindible en la provincia de Girona.
Si buscas un lugar con encanto, historia y belleza, Besalú no te defraudará. Cada visita es una nueva oportunidad para descubrir algo distinto en este rincón mágico de Cataluña.